Cómo elegir la mejor carne para tu restaurante


La carne es uno de los alimentos infaltables para la mayoría de los restaurantes. Para quienes acostumbran consumir carne encuentran en ella un alimento delicioso, el ingrediente clave para muchos de sus platillos predilectos. Los restaurantes más famosos del mundo suelen incluir en sus menús variados cortes de carne. Si quieres seguir su exitoso ejemplo, es algo muy positivo, pero debes saber que hay algunas cuestiones a tomar en cuenta al seleccionar la carne perfecta para tu negocio gastronómico.
Justo a eso dedicaremos los siguientes párrafos. Deseamos compartirte algunos consejos valiosos al respecto. De modo que, a continuación, comentaremos cómo elegir la mejor carne para tu restaurante.
Compra tu carne en un negocio confiable
Trata de comprar la carne para tu restaurante en el local de un carnicero confiable. Procura entablar conversación con esta persona para obtener valiosa información acerca de la procedencia del animal, la frescura de la carne y los diferentes cortes que podrías aprovechar.
Conoce cuáles son los principales cortes
Esto último es vital, puesto que no solamente te servirá para adquirir la carne más conveniente para tu negocio culinario (por ejemplo por cuestiones económicas), sino que también te permitirá hacer más variado e interesante el menú de tu restaurante.
Evita la carne empaquetada
A algunas personas les resulta valioso, para ahorrar tiempo y dinero, comprar la carne empaquetada que venden en el supermercado. No obstante, acudir a la tradicional carnicería de barrio puede ser aún más provechoso, ya que de esta manera podemos preguntar por recomendaciones al carnicero para elegir la mejor carne, de acuerdo a nuestras necesidades, aprender trucos para conservarla mejor y revisar de cerca la mercancía adquirida.
Revisa el olor y el color de la carne
Precisamente la posibilidad de revisar de cerca la carne te permitirá atender detalles como el color y el olor que tenga. Por ejemplo, las carne de las reses que se alimentaron con pasto es más roja ( y su grasa más amarillenta) que la carne de las reses que fueron alimentadas con granos o con suplementos nutricionales no naturales. Además, la carne fresca es brillante, en especial aquella recién cortada. En cambio, si cierta porción de carne muestra manchas de tonalidad marrón, hay que elegir de inmediato otro corte, ya que seguramente ya no estará fresca, ni en buenas condiciones.
Revisa los empaques
Por último, si no tienes más opción que comprar carne empacada y congelada de esa que expenden en los supermercados, por lo menos atiende algunas recomendaciones importantes. Si detectas líquido en el interior del empaque o envase, eso podría indicar que esa carne fue congelada y descongelada varias veces, o bien que la pieza lleva demasiado tiempo expuesta. También hay que revisar la fecha de caducidad y que el empaque se encuentre sin daños y perfectamente cerrado.