Mejora la expectativa de ventas en tu restaurante


Lanzar un restaurante, iniciar por fin las actividades de un proyecto de negocio enfocado al giro de la venta de alimentos, es algo muy meritorio. Pero es solo la primera etapa de una larga travesía orientada a la máxima prosperidad. El fracaso es una posibilidad que debes tener siempre presente, pero solo como algo a evitar, una negativa referencia para optimizar día con día la marcha de tu negocio. Tras haber dado ese primer paso, es indispensable evaluar con frecuencia los resultados y mejorar paulatinamente la expectativa de ventas de tu restaurante.
Pero una cosa es tomar conciencia de ello, aceptar la necesidad de mejorar cotidianamente y otra muy distinta llevarlo a cabo ¿Por dónde empezar? Justo eso es lo que comentaremos a continuación.
Forja un estrecho vínculo con la clientela
Procura establecer relaciones cordiales con los clientes. Demuestra que tienes interés en sus opiniones y quejas y que su plena satisfacción es tu máximo objetivo como propietario o responsable de ese restaurante. Analiza por qué visitan tu establecimiento, qué es lo que buscan, lo que necesitan y prefieren en términos culinarios. Gánate la confianza de los comensales, como una primera etapa hacia la fidelización.
Ofrece un servicio honesto
Las ventas obtenidas deben llegar de manera natural, sin forzarlas, sin incomodar a los clientes. Recomienda los mejores platillos de tu carta-menú pero de modo honesto, sin impedir que el cliente tome la mejor decisión de acuerdo a sus preferencias gastronómicas. También se claro y franco al recomendar platillos de acuerdo al precio que tengan.
Rodéate de personal capacitado
Es indispensable, para efectos de mejorar la expectativa de ventas de un restaurante, que el personal de tu negocio conozca a la perfección la oferta plasmada en el menú. Debe tener información precisa acerca de los ingredientes de cada platillo y la preparación que implica cada uno. Con ello se ofrecerá una mejor atención a los comensales y ellos sabrán captar y valorar la excelencia en el servicio que les ofreces.
Cuidado con las “sugerencias” al público
Evita que tu personal sugiera, si las condiciones no se prestan a ello, platillos para los pequeños, ya que es algo delicado que solo los padres deben decidir. No hay que recomendar nada a un cliente cuando ha dejado en claro que ya no quiere pedir nada más y lo más importante, no hay que recomendar algo que uno mismo no consumiría. Así también, no se deben presentar los alimentos de manera distinta a lo que en realidad son, exagerando sus cualidades y falseando su presentación.