Pros y contras de manejar un negocio propio o franquicia en el sector restaurantero


Para quien tenga planeado abrir un negocio gastronómico y aún no haya decidido si le conviene más si optar por un negocio propio o una franquicia, es una buena ocasión para meditar acerca de esta importante disyuntiva. En primer lugar, tenemos que, un restaurante autónomo es un proyecto sui generis, un emprendimiento apasionante donde tu proyecto de negocio es el corazón de la aventura comercial iniciada. En cambio, una franquicia, cuando se le selecciona convenientemente, puede garantizarte una pronta mejoría de tus recursos financieros.
Pero, así también, hay que considerar algo importante: una franquicia no es un remedio milagroso, ni una vía infalible al éxito total. Tal y como sucede con cualquier otro emprendimiento, necesita ser emprendido con decisión y entusiasmo y siempre tomando en cuenta que los riesgos nunca desaparecen, así como también la necesidad de cumplir con determinados compromisos y obligaciones.
Ventajas y desventajas de las franquicias y negocios autónomos
Vamos a evaluar los pros y los contras de ambos modelos de negocio, para así tomar la mejor decisión acerca de qué nos conviene más implementar para iniciar un emprendimiento restaurantero.
Pros y contras de tener un negocio autónomo
Lanzar un proyecto de negocio independiente es mucho más innovador y nos garantiza una mayor flexibilidad para ir corrigiendo sobre la marcha, adaptando las acciones del restaurante al gusto de la clientela. Manejar un negocio de estas características ofrece un gran control a aquellos emprendedores con limitadas capacidades económicas, en especial en las primeras etapas del emprendimiento. Finalmente, es más sencillo en este esquema de negocio establecer convenios y alianzas con empresas amigas.
En contraparte, emprender con un negocio independiente implica en muchas ocasiones que el novel empresario tenga que invertir de su propio bolsillo, con el esfuerzo y sacrificio que esto implica. También hay que tomar en cuenta que esta clase de negocios– y más aún en el caso de los emprendimientos restauranteros– no tienen un sencillo acceso a financiamientos y apoyos bancarios siempre valiosos.
Pros y contras de manejar una franquicia
Por lo que se refiere al esquema de las franquicias, participar de una de ellas nos beneficia en lo siguiente: los riesgos son mucho menores, ya que se invierte en un proyecto de éxito comprobado. También es más sencillo llevar un negocio así, ya que uno tiene a la mano procedimientos estándar para la administración de un establecimiento de estas características. Y finalmente destaca el hecho de que los costos operacionales son menores, puesto que se participa de un modelo de emprendimiento a gran escala.
Las desventajas de las franquicias tienen que ver con el escaso control que se tiene sobre el negocio en cuestión, ya que todo lo relacionado con él se encuentra predeterminado; además, se requieren de estructuras más complejas en el negocio para solventar las necesidades de esa franquicia y, por último, se debe hacer una inversión permanente para la capacitación de los empleados de acuerdo a las políticas de la franquicia.