Uso de muebles de melamina en tu negocio, pros y contras


Tarde o temprano, cualquier persona que haya decidido montar un negocio de venta de comida, digamos un restaurante, una fonda o una cafetería, debe encarar el asunto de los muebles que incluirá su establecimiento. No es un tema de poca monta, ya que, no solamente se pone en juego la comodidad que tengan los comensales al visitar ese negocio- y por lo tanto su posible fidelización-, sino también el aprovechamiento de la inversión realizada. “¿De qué material conviene conseguir muebles para mi restaurante?” es la pregunta que posiblemente se haga quien se encuentre en esta disyuntiva.
Pues bien, más allá de las opciones que nos brindan el metal, la madera e incluso el plástico, en lo que sigue analizaremos la conveniencia de utilizar muebles de melamina en nuestro negocio gastronómico.
Melamina, un interesante material
Para comprender a plenitud las ventajas que nos ofrecen los muebles de melamina, hay que saber de qué material se trata. En términos generales, se trata de un compuesto orgánico que se combina con formaldehido para obtener un polímero sintético bastante resistente, el cual se usa para distintos fines. Por ejemplo, la melamina puede ser usada para fabricar tableros aglomerados, lo mismo en la estructuración que en los acabados del mismo. Para este último fin se utiliza la llamada resina de melamina.
Cuestión de economía
Muchas personas han decidido decantarse por los muebles de melamina, dejando de lado los muebles elaborados con otros materiales, por cuestión de economía. Efectivamente, de entre las varias ventajas relacionadas con la melamina, es que los muebles fabricados con este material son más baratos que los fabricados con madera u otros materiales. Y aunque el precio de una mesa, una barra o sillas de melamina depende también del diseño y tamaño que tengan esos muebles, siempre será menor que el costo de ese mismo mobiliario elaborado con madera.
El problema de la humedad
En contraparte, algo que puede afectar frecuentemente los muebles de melamina, en especial si se utilizan en un negocio de venta de alimentos, es que absorban demasiada humedad. Esta última es el peor enemigo de un material como la melamina, ya que los muebles pueden deformarse con el tiempo y deteriorarse sin remedio si no se les da el mantenimiento adecuado. Para ello conviene utilizar ciertos productos de limpieza, como la silicona líquida, por ejemplo.
Atractivos diseños y presentación
También debemos tomar en cuenta, especialmente si se tiene pensado montar un restaurante de elevada categoría, que el público- siempre perspicaz-, podría tener una impresión no demasiado positiva al observar que utilizamos muebles tan económicos como los fabricados con melamina. Pero, más allá de esta circunstancia, es sencillo hallar muebles de melamina con una gran cantidad de colores y diseños, lo cual es una ventaja para acondicionar sin problemas y en poco tiempo, el interior de un bar, un restaurante o una cafetería.